Porsche 959


El Porsche 959 fue uno de los modelos Porsche, que cuando salió al mercado dejó boquiabierto a más de un aficionado a los vehículos deportivos, entre ellos, quien escribe estas líneas. Más que su aspecto exterior, lo que impresionaba en el Porsche 959 era su mecánica llena de potencia, y sus impresionantes prestaciones.

El Porsche 959 nació en una época de la historia del automóvil, en la que como en la guerra fría, se cocían batallitas entre las marcas punteras de la automoción. Nacía un Ferrari, y Porsche sacaba su respuesta. Lo hacía Porsche con un nuevo modelo, ya era la marca del caballino rampante quien le daba réplica.

La estética del Porsche 959, mantiene las líneas generales de los Porsche 911 de toda la vida, diferenciándose básicamente de estos, en su morro donde integra el paragolpes con la carrocería, las estriberas y pasos de rueda, y sobretodo la parte trasera donde muestra un alerón clásico, sin las estridencias del alerón de un Porsche 911 Turbo, alerón que por otra parte, es de una belleza tan indiscutible como la del coche que lo viste.

El Porsche 959 es hoy en día un vehículo clásico cotizadísimo, tanto como lo fue el día que apareció en el mercado, pues su precio allá por 1986 era ya desorbitado. Si a esto le sumamos la escasa producción, de tan solo 268 unidades de calle, y nos hacemos una idea de las que pueden quedar en circulación, podremos hacernos una idea de que el precio puede ser cualquier cosa, menos barato.

Del Porsche 959 se produjeron en total 337 unidades, de las que como comentábamos antes, solo 268 estuvieron destinadas al uso de calle, y las otras 69 a la competición (recordemos que el Porsche 959 llegó a competir en el Rally Paris-Dakar).

El Porsche 959 era un vehículo de 4,26 m. de largo, 1,84 m. de ancho, con una altura de tan solo 1,28 m., con una batalla (o distancia entre ejes), de 2,27 m., y una distancia de vías de 1,50 m. y 1,55 m., delante y atrás, respectivamente.

Su peso era de 1.450 kgs. en orden de marcha (sobre los 1.375 kgs. en vacío), y disponía de un motor boxer de 6 cilindros, con una cilindrada de 2.850 cm3, y rendía una potencia máxima de 450 CV a 6.500 rpm. El par máximo se situaba en 51 mkg., entregado a 5.500 rpm., y su relación de compresión era de 8:1.

Si esto os parece poco, cabe destacar también, que el Porsche 959 disponía de tracción a las cuatro ruedas, lo que lo convertía en una lapa del asfalto, casi imposible de seguir (recordemos que uno de los pocos competidores que tenía, era el Ferrari F40), y su caja de cambios era de seis relaciones.

Las prestaciones del Porsche 959 solo podían ser de infarto: 3,7 segundos para ponerse de 0 a 100 km/h., y una velocidad máxima de 317 km/h. (con el velocímetro escalado hasta los 350 km/h.).

Las principales virtudes del Porsche 959 eran:
- Seguridad impresionante a cualquier velocidad (recordemos que era un tracción 4x4).
- Comportamiento exquisito, en cualquier circunstancia.
- Tecnología de primer nivel.
- Mecánica muy potente.
- Motor muy elástico.
- Prestaciones de infarto.

Entre sus pocos defectos, figuraban:

- Neumáticos de medidas descomunales, sobre llanta de 17", muy difíciles de encontrar.
- Disponía de una mecánica compleja, no apta para que cualquier mecánico.

Aquí os dejo un video tomado en el Museo Porsche de Stuttgart, para que veáis el Porsche 959 desde todos los ángulos:




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