Seguridad y objetos sueltos

El RACE ha presentado recientemente un informe donde analiza el nivel de seguridad que supone llevar en nuestro automóvil objetos sueltos, es decir, sin estar adecuadamente sujetados. Para ello, ha efectuado una prueba con diferentes objetos, y las conclusiones son realmente alarmantes, tras una colisión a 50 km/h. Es de suponer que a 120 km/h. un impacto de esos objetos sueltos en el interior del vehículo, debe ser comparable a un proyectil a gran escala.
El estudio refleja que una mala sujeción de la carga o una sujeción deficiente, puede llegar a multiplicar por 50, la masa del objeto. Por eso, el RACE recomienda que la carga siempre esté alojada en el maletero, de manera uniforme, y en el caso de tener que utilizar el espacio destinado a los ocupantes, se hace necesario el uso de pulpos, cinchas, o de los propios cinturones de seguridad, con el fin de asegurar la carga.
El estudio pone de manifiesto, por ejemplo, que un juego de camping que pese 45 kgs (mesa, sillas, etc), en una colisión a 50 km/h., multiplica su peso por 30, con lo que el impacto de esa carga a esa velocidad, equivaldría a un peso de 1.350 kgs., un peso imposible de soportar por cualquier ser humano.
Otros objetos analizados por el RACE, son los siguientes:

- Un barril de 10 litros de cerveza, que pese 25 kgs., se convierte a 50 km/h. en un proyectil cuyo peso asciende a 750 kgs.

- Una caja con botellas de cristal, de 18 kgs., se convierte a 50 km/h. en un objeto cuyo peso pasa a ser de 540 kgs.

- Una bombona de gas de 6 kgs., se convierte a 50 km/h. en un objeto cuyo peso asciende a 180 kgs.

- Una parrilla para la barbacoa, y los objetos complementarios de 5 kgs. de peso, se convierten a 50 km/h. en objetos cuyo peso pasa a ser de 150 kgs.

- Un radio CD/cassette de 3 kgs., se convierte a 50 km/h. en un objeto cuyo peso pasa a ser de 90 kgs.

- Una sombrilla de playa de 3 kgs., se convierte a 50 km/h. en un objeto cuyo peso asciende a 90 kgs.

Por eso, recordad siempre que tanto en nuestros coches clásicos -cuya seguridad pasiva es menor a la de un vehículo actual-, como en un coche moderno, los objetos deber ir siempre perfectamente sujetos, para evitar que los daños provocados en caso de colisión, conviertan a esos objetos en auténticos proyectiles.