El aceite: larga vida a tu motor


Muchos de vosotros habréis escuchado en infinidad de ocasiones, aquello de que el aceite es el oro líquido de la gastronomía, cuando alguien habla de las bondades del buen aceite de oliva. Pues bien, a nivel mecánico, en automoción, el aceite del motor es tan importante o más, que el aceite que podemos degustar en la cocina.

El aceite del motor, se encarga de lubricar las partes mecánicas sujetas a fricción o rozamiento, con el fin de prolongar su vida útil, y evitar un desgaste prematuro de los elementos mecánicos. Es por ello, que el aceite es un elemento importantísimo para garantizar el buen funcionamiento de nuestros clásicos.

A la hora de elegir un buen aceite, no hay que escatimar en el precio. No debemos buscar un aceite barato, sino un aceite de calidad. Siempre deberemos observar las recomendaciones del fabricante, si es que conservamos el manual de instrucciones de nuestro vehículo. Si no dispusiéramos de él, podemos acudir a cualquier foro especializado en el mundo del motor (incluso hay foros en Internet sobre marcas y modelos concretos de vehículos), y hacer nuestra consulta, pues siempre encontraremos a compañeros amantes de los coches clásicos, que nos echarán una mano consultando en sus manuales estas recomendaciones.

Un buen aceite puede hacer que por ejemplo, un mismo vehículo conducido por la misma persona (con los mismos hábitos y comportamientos al volante), dure 500.000 kms., mientras que con otro aceite, ese mismo motor puede durar la mitad o menos. Un buen aceite garantiza una durabilidad del motor, al evitar el desgaste prematuro de las piezas sujetas a fricción o rozamiento.

Muchos de vosotros os habréis fijado que los aceites actuales (casi todos son sintéticos o semisintéticos, cuando los únicos que habían antes eran los aceite minerales), llevan una codificación SAE, donde aparece un numerito, luego una W, y a continuación otro numerito. Por ejemplo, podemos ver aceites SAE 10W40 o SAE 5W50, entre otros muchos. La norma SAE (Society Automobile Engineers), nos indica la viscosidad del aceite tanto a altas como a bajas temperaturas.

El primer numerito que hay antes de la W, nos indica la viscosidad a bajas temperaturas. A menor cifra, menor viscosidad en frío, es decir, más fluido será el aceite. Por ejemplo, en lugares fríos como los países nórdicos, será más recomendable un aceite 5W40 que uno 15W40, porque ese 5 nos indicará que el aceite es más fluido (más líquido) que el de 15. Cuando más fluido sea el aceite a bajas temperaturas, menor trabajo deberá realizar la bomba de aceite para distribuirlo adecuadamente por todo el motor, con lo que la lubricación llegará antes, y de forma más homogénea. ¿Qué pasa cuando arrancamos el motor de nuestro vehículo?. Pues precisamente ese es uno de los momentos en los que necesitamos un buen aceite, y con una viscosidad adecuada en frío. El 50% del desgaste de un motor suele producirse en los arranques, por eso es altamente recomendable utilizar un aceite que a bajas temperaturas garantice una lubricación adecuada de nuestro motor. Como norma general un aceite 5 o 10, suele ser lo más recomendable.

El otro numerito, el que aparece detrás de la W, indica la viscosidad a altas temperaturas, es decir, a pleno rendimiento del motor. Cuanto mayor sea la cifra, mayor poder lubricante del motor, pues el aceite será más fluido y mantendrá sus propiedades de una forma más duradera. Por ejemplo, en un motor deportivo siempre será mas recomendable utilizar un aceite 10W50 que uno 10W40, pues ese 50, nos indicará que su poder lubricante y su fluidez, se mantendrán a plena capacidad con el motor a altas temperaturas, mientras que el de 40 tendrá una capacidad algo menor para mantener todas sus propiedades lubricantes a altas temperaturas.

Por el contrario, suele suceder, que cuando el aceite es más fluido, el consumo de aceite suele ser algo superior que cuando el aceite es más espeso. Eso sí, siempre será preferible reponer un poco de aceite utilizando un aceite más fluido, porque eso será garantía de que el aceite llega a cada rincón de nuestro motor, y cada elemento mecánico recibe un baño de aceite, protegiéndolo del desgaste, y dándonos una durabilidad superior.

Lo normal es utilizar en nuestros clásicos, aceites de motor que a bajas temperaturas tengan una norma SAE entre 5 y 10, y a altas temperaturas entre 40 y 50, aunque si nuestro motor se comporta de forma eficiente con un aceite 0W30, por supuesto que podemos seguir utilizando ese tipo de aceite. No obstante, pese a estas recomendaciones, siempre será preferible seguir las recomendaciones del fabricante.


2 comentarios:

Anónimo | 16 de mayo de 2010, 22:52

Con respecto a este comentario:El otro numerito, el que aparece detrás de la W, indica la viscosidad a altas temperaturas, es decir, a pleno rendimiento del motor. Cuanto mayor sea la cifra, mayor poder lubricante del motor, pues el aceite será más fluido y mantendrá sus propiedades de una forma más duradera. Por ejemplo, en un motor deportivo siempre será mas recomendable utilizar un aceite 10W50 que uno 10W40, pues ese 50, nos indicará que su poder lubricante y su fluidez, se mantendrán a plena capacidad con el motor a altas temperaturas, mientras que el de 40 tendrá una capacidad algo menor para mantener todas sus propiedades lubricantes a altas temperaturas."

No es correcto. este número indica la viscosodad de el aceite a 99 grados centigrados. La calidad del aceite es la que mantendra la propiedades lubricantes del aceite.

Javier Marco | 25 de mayo de 2010, 2:17

Muchas gracias por tu comentario, aunque en ningún momento se ha dicho que la calidad del aceite tenga que ver con su grado de viscosidad. Simplemente se ha comentado la necesidad de fijarse en uno u otro aceite, en función de esos numeritos, y en función del uso que vayamos a hacer del vehículo (conducción deportiva, conducción normal, etc).

Estoy completamente de acuerdo en que la calidad de un aceite no se mide por esos numeritos (se mide por sus propiedades lubricantes, sus propiedades detergentes, y por la vida útil de ese aceite), pero sí debe ser un elemento a valorar, a la hora de decidir qué aceite compramos.

Un saludo.