El estado del motor, a partir del estado de las bujías (1ª parte)


El estado de las bujías es un indicador excelente, para averiguar el estado y el uso que se le ha dado a un vehículo, el mantenimiento del mismo, y de la esperanza de vida del motor. Vamos a intentar mostrar los aspectos más comunes que puede presentar una bujía, y la información que tal estado nos aporta.

Si somos aficionados a los vehículos clásicos, y deseamos adquirir un vehículo, no debemos olvidar hacer la comprobación del estado de las bujías, pues será probablemente el mejor indicador del trato que ha recibido el vehículo.

Comenzaremos mostrando la imagen 1 y 2, donde podemos ver dos bujías que han estado funcionando en un motor de forma normal. El pie del aislador, presenta un aspecto de color blanco grisáceo, o bien con tonalidades desde el gris amarillento, hasta el color pardo. Estas dos imágenes indican que el motor del vehículo está en buenas condiciones. El grado térmico de las bujías, es también el adecuado. El ajuste de la mezcla, y del encendido, es también el correcto, pues no muestra fallos de encendido, por lo que el sistema de arranque en frío funciona correctamente. No se observan depósitos de aditivos del plomo del combustible, ni de aceite motor. El motor no muestra tampoco sobrecarga térmica.


En las imágenes 3 y 4, se puede observar el pie del aislador, el cuerpo de la bujía, y los electrodos, cubiertos de hollín, de un aspecto al tacto aterciopelado, y de un color negro mate. El estado de estas bujías, nos indica que el vehículo tiene un ajuste incorrecto de la mezcla, quizás por problemas en la inyección o en el carburador. La mezcla es demasiado rica, pudiendo estar el filtro del aire muy sucio. También puede ser debido a que el control automático del caudal de arranque esté defectuoso, o que el mando de arranque del estárter (el estrangulador del arranque), ha estado sacado demasiado tiempo. El estado de estas bujías, puede ser síntoma también de una conducción predominantemente de recorridos cortos. El estado de estas bujías, nos indica que el vehículo tiene fallos de encendido, y dificultades para arrancar. La solución pasaría por ajustar correctamente la mezcla, y el dispositivo automático del caudal de arranque. También deberíamos revisar el estado del filtro del aire, y por supuesto, hacerle el mantenimiento correcto a las bujías, o simplemente sustituirlas por unas nuevas.


Las siguientes dos imágenes, la 5, y la 6, muestran dos bujías engrasadas. El pie del aislador, el cuerpo de la bujía, y los electrodos, muestran hollín aceitoso brillante, o carbonilla de aceite. El problema viene determinado por un exceso de aceite en la cámara de combustión, o bien que los segmentos del pistón, los cilindros y las guías de válvulas están muy desgastados. En los motores de dos tiempos, también podría ser indicador de que hay demasiado aceite en la mezcla. Viendo estas bujías, podemos concluir que el vehículo tiene fallos de encendido, y dificultades para arrancar. La solución pasaría por revisar el motor, ajustar la mezcla de combustible y aceite, y por supuesto, cambiar las bujías por unas nuevas.


Las imágenes 7 y 8, muestran como el pie del aislador tiene por algunas zonas, una vitrificación de color entre pardo y amarillenta, pudiendo alcanzar una coloración verde. La causa de este estado, son los aditivos de plomo del combustible. La vitrificación se forma, al estar sometido el motor, a una elevada carga, después de haber funcionado el mismo, durante mucho tiempo, a carga parcial. Con cargas elevadas, la capa de plomo se vuelve electroconductora, ocasionando fallos de encendido. Limpiar unas bujías así, resulta inútil, por lo que se recomienda su sustitución por unas nuevas.



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