BMW 323i


El BMW 323i es uno de esos vehículos clásicos que le gusta a todo el mundo. No es un coche llamativo, ni espectacular, ni destaca por encima del resto por nada en particular, pero el 323i siempre ha sido un vehículo con espíritu deportivo dentro de BMW.


El BMW 323i es un vehículo que dispone de un motor de 6 cilindros, y con una cilindrada de 2.316 cm3, y desarrolla 143 CV a 6.000 rpm, aunque se estira hasta las 6.400 rpm. El BMW 323i está alimentado por inyección electrónica Bosch K-Jetronic. El motor va colocado de forma longitudinal, y con un árbol de levas movido por una correa dentada. Su par motor máximo lo entrega a 4.500 rpm, y alcanza los 19,4 mkg. Dispone también de un cambio de 4 velocidades sincronizadas.

El 323i dispone de cuatro discos de frenos ventilados, dando al conjunto una excelente y potente frenada. Los neumáticos que montaba de origen eran unos Michelin XWX tubeless en medidas 185/70 VR sobre llantas de 13 pulgadas.

La velocidad máxima anunciada por el fabricante, era de 190 km/h, aunque en una pruebas realizadas en el anillo de velocidad de Montlhéry, el BMW 323i llegó a alcanzar los 193,2 km/h.

Si nos fijamos en el velocímetro podemos alcanzar los 60 km/h. en primera velocidad, los 110 km/h. en segunda, los 165 km/h. en tercera, y los 200 km/h. en cuarta velocidad.

Los 400 metros con salida parada, los hace en 16,4 segundos, mientras que los 1.000 metros los hace en 30,6 segundos.

El 323i dispone de una muy buena elasticidad, y admite barbaridades como arrancar en 4ª velocidad, y pisando a fondo, alcanzar de esta forma la velocidad máxima (unos 200 km/h. de marcador).

El 323i dispone de un cambio preciso, con las transiciones entre marcha y marcha bien definidas, y de rápida inserción. Todo ello, junto con una palanca de cambios corta, invita a realizar una conducción deportiva a los mandos de este BMW.

El consumo del 323i era de 9 litros a 90 km/h., aunque aumentaba hasta los 11,6 litros a 120 km/h., unos consumos que para nada eran elevados para su época.

La suspensión del BMW 323i es bastante dura, lo que la hace ideal para conducción deportiva, pero puede convertirse en un calvario en trayectos largos con firme en mal estado. Esto, unido a una buena configuración del vehículo, hace que el 323i sea un coche muy estable, incluso al límite, a pesar de su tracción trasera y su ligero sobreviraje.

Las virtudes del BMW 323i son:

- Buenas prestaciones.
- Cambio deportivo.
- Buena estabilidad.
- Motor muy elástico.
- Frenos potentes, y que no pierden eficacia con el uso continuado.
- Consumo ajustado.
- Suspensión dura, de cara a la conducción deportiva.

Mientras que los puntos débiles del 323i son:

- Suspensión muy dura, de cara al confort.
- Asientos de mullido duro.
- Dirección lenta, con 4 vueltas de volante, de tope a tope.
- Habitabilidad trasera justa.

Aquí os dejo un video del BMW 323i en el mundo de los rallys:



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