En las imágenes 9 y 10, podemos observar dos bujías, con fuertes depósitos de plomo, donde el pie del aislador presenta en algunas zonas, una fuerte vitrificación de color entre pardo y amarillento, que en algunos casos es de color verde. La causa de este estado, es provocada por los aditivos de plomo en el combustible. Estas vitrificaciones se forman por someter al motor a una elevada carga de trabajo, tras haber estado funcionando durante largo tiempo, a una carga parcial. Con cargas elevadas, la capa de depósitos de plomo se vuelve electroconductora, ocasionando fallos de encendido. La solución pasa por un cambio de bujías nuevas, pues su limpieza es imposible.
Las imágenes 11 y 12, nos muestras dos bujías con una capa gruesa de ceniza procedente de los aditivos del aceite y/o del combustible. Se puede observar que esta ceniza se deposita en el espacio de ventilación de la bujía, en el pie del aislador, y en el propio electrodo de masa. Se observa incluso, una estructura deforme, semejante a la escoria. La causa fundamental, son los componentes de aleación, procedentes principalmente del aceite, que pueden depositar esta ceniza sobre la bujía, y en la propia cámara de combustión. Una situación así, puede provocarnos autoencendido, con pérdida de potencia del motor, e incluso daños en el mismo. La solución pasa por reparar el motor del vehículo, utilizar otro tipo y/o marca de aceite, y sustituir las bujías por otras nuevas.
En la imagen 13, podemos ver una bujía con el electrodo central parcialmente fundido, con la punta del pie del aislador cubierta de burbujas, esponjosa, y reblandecida. La causa es una sobrecarga térmica por autoencendido, debido por ejemplo, a un ajuste inicial demasiado avanzado respecto al punto de encendido, o a residuos en la cámara de combustión, o válvulas defectuosas , o a que el distribuidor del encendido está deteriorado. También puede ser debido a que el combustible tenga calidad insuficiente, y a que el grado térmico de las bujías sea demasiado bajo. Todo esto repercute en fallos en el encendido, con pérdida de potencia, y posibles daños en el motor. Para solucionarlo, hay que revisar el motor, el encendido, y la preparación de la mezcla. Las bujías requieren de una sustitución por unas nuevas, del grado térmico correcto.
En la foto número 14, podéis ver una bujía con el electrodo central completamente fundido, al mismo tiempo que el electrodo de masa está muy dañado. La causa es una sobrecarga térmica por autoencendido, debido por ejemplo, como en el caso anterior, a un ajuste inicial demasiado avanzado respecto al encendido, a residuos en la cámara de combustión, a válvulas defectuosas , a que el distribuidor del encendido está deteriorado, o bien a que el combustible no tenga la calidad suficiente. Todo esto repercute en fallos en el encendido, con pérdida de potencia, y posibles daños en el motor. Para solucionarlo, hay que revisar el motor, el encendido, y la preparación de la mezcla. Las bujías requieren de una sustitución por unas nuevas.
La imagen 15, muestra una bujía con los electrodos soldados entre sí, por fusión. En este caso, se muestra una porosidad esponjosa de los electrodos. Eventualmente unas bujías así, pueden presentar incrustaciones de materiales ajenos a la bujía.La causa suele ser la misma que en los dos caso anteriores, debido a una sobrecarga térmica por autoencendido, por ejemplo por un ajuste inicial demasiado avanzado respecto al encendido, a residuos en la cámara de combustión, a válvulas defectuosas, a que el distribuidor del encendido está deteriorado, o bien a que el combustible no tenga la calidad suficiente. Para solucionarlo, como en el caso anterior, hay que revisar el motor, el encendido, y la preparación de la mezcla. Las bujías requieren de una sustitución por otras nuevas.
0 comentarios:
Publicar un comentario